domingo, 4 de mayo de 2008

Nuestra ciudad: adelantada y retrasada a la vez ¿Qué ironía, no?

¡Señores, tengan mucho cuidado! La ciudad cada vez crece más y con ella la delincuencia. En esta entrada no voy a hablar tan poéticamente como lo he hecho en la mayoría, simplemente trato de hacer una advertencia a todos aquellos que leen mi humilde Archivero.
Hace casi una semana, estuvieron a punto de asaltarme, pero gracias a Dios no lo lograron, empecé a gritarles a los rateros y al parecer se asustaron un poco por el escándalo que les hice en frente de varias personas. Afortunadamente no me pasó algo, más que el susto y el coraje.


El coraje brotó por dos cosas: la primera es porque no es justo que haya personas pránganas que en lugar de ganarse las cosas con el sudor de su frente, andan de manilargas; y la segunda es porque, a pesar de que muchas personas me vieron sola y chica, nadie tuvo los... "pantalones" para ayudarme.


Esto me pasó en un camión ¡en la esquina de mi casa! Y cuando llegué y le platiqué a mi familia este terrible suceso, hablamos con los encargados de los camiones para que se tratara de hacer algo en cuanto a la seguridad de los pasajeros. Recibimos la respuesta más inesperada y más estúpida que yo haya escuchado en mi vida: los choferes de camión no se pueden involucrar.


A ver, a ver, entonces ¿me están diciendo que los camiones son las cosas más inseguras que puede haber? O sea que si a algún pasajero lo tratan de matar, el chofer de camión no va ayudar, ni siquiera van a poder gritarle a un policía porque eso ya es involucrarse.


Qué lamentable que viendo cómo San Luis Potosí cada vez va siendo una ciudad más grande, la seguridad no crezca con ella.


No nos queda de otra más que tomar nuestras precauciones y rezar, que por desgracia en esta ciudad es lo único que tenemos como mecanismo de defensa.

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