- !Mamá! ¡No te hagas pendeja! ¿Dónde está el dinero que te da mi papá?
- Tu papá no me da ningún dinero. Te recuerdo que no tiene trabajo
- Jajajaja, ¡Por favor! Él te da dinero, y mucho ¿Qué es lo que haces con eso?
- ¡Entiende! Tu papá no tiene de donde sacar dinero ni para que él mismo sobreviva ¡¿Cómo crees que me va a dar dinero para ti y tus hermanos?!
- Bueno pero yo sé que tú tienes dinero y quién sabe en qué te lo estás gastando. ¿Se lo estás dando a tu novio verdad? ¡Y a nosotros no nos das ni un pinche plato de frijoles y por eso nos vamos a comer a casa de a ver quién!
- ¡Ay por Dios! Él a veces es quien nos da dinero para comer porque ve la situación en la que nos dejó tu papá. Con lo que yo gano en el trabajo no me alcanza
- Ah, entonces por eso andas con él, porque te da dinero
- No, yo no tengo porque hacer algo así. Él sí me quiere y me respeta, y se preocupa por ustedes
- Sí alcanzaría a comprar comida con el dinero que ganas, pero quién sabe en qué se te va el dinero
- Es cierto, el dinero se me va en otras cosas. Pero tienes razón: en lugar de papel de baño les compraré comida. Cuando compro el gas se me va el dinero, mejor les compraré comida aunque se bañen con agua fría... pero no tendremos con qué calentar la comida que por fin tendremos, bueno, mejor compraré atún o jamón y pan para hacerles tortas o sandwiches, pero ya tendremos comida en la casa. Ya no compraré detergente, simplemente mojaré la ropa. Si se limpia qué bueno, sino pues ya tendremos comida en la casa. Tu hermanito está creciendo ¡Pero qué importa! No le compraré zapatos, le compraré comida. Ustedes están creciendo y necesitan ropa nueva, ¡Pero qué chingados! Les compraré comida y si les queda chica su ropa o se rompe, ponganle un parche, pero por fin tendremos algo de comer.
¡Muchas gracias! Acabas de abrirme los ojos. Buenas noches y no te preocupes, mañana comemos aquí en la casa.
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