miércoles, 11 de mayo de 2011

Mundo interno

...-Mi mundo no era como lo creí- se decía una niña mientras se veia al espejo y de ella nacían ríos en sus ojos. - No es justo, yo quiero tener la misma vida que los demás -. La alegría que contagiaba la pequeña, poco a poco se fue terminando conforme iba comprendiendo más la fórmula de la que estaba hecha.

Tiempo después su destino cambió y conoció otras personas, aunque hubo otras que ya conocía en su anterior vida. -¿Qué te pasó? Tú no eras así- le decían. -Pues es que yo no quiero estar aquí- contestaba la ahora adolescente, -¿Eras más alegre? si así ya eres alegre- le contestó otra muchacha. Su vida era muy triste y se desmoronaba; durante pocos y largos años sentía dentro de sí como si estuviera en el rincón más oscuro con la cabeza metida en sus rodillas, aunque sus nuevos amigos no lo notaran debido a que no sabían cómo era su humor anteriormente. Aún así seguía pensando en aquello de lo que sin esperarlo, se había enterado. Su familia no prestaba atención a los cambios de la niña, sólo en contadas ocasiones le preguntaban "¿Qué te pasó? Tú no eras asi", a lo que ella fruncía el seño para evitar que brotaran lágrimas de sus ojos en los que ocultaban su tristeza, y su alma tenía prisionera a la niña feliz y risueña que rogaba a Dios volver a salir al mundo.

Así pasó el tiempo y casi todos los días de cada año que transcurría, rezaba para que lo tuviera en los momentos en que tenía enojo y tristeza a su alrededor... e imaginaba. Cada noche sus ojos buscaban las estrellas y las observaba como si ellas tuvieran la respuesta, como si fueran las mediadoras entre ella y su deseo. Sonreía.

Ahora ella convertida en mujer, guarda en su alma a la pequeña niña que a veces sale y llora; tiene que consolarla diciéndole que cada día verá una lucesita que la guiará. A veces habrá más de una pequeña luz que la confundirán pero aprendiendo de la experiencias podrá salir adelante.También la jovencita que guarda, clama por ver la luz de vez en cuando y a veces le insiste a la mujer que no la guarde siempre, que hay situaciones que ella podría arreglar, pero la mujer le explica que así no es como se arreglan las cosas.

...Acostada en la cama, boca arriba, con los pies en la cabecera y sus brazos deteniendo la cabeza, la mujer abre los ojos y sonríe.

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