sábado, 28 de noviembre de 2009

Contrato de amistad

¿Cómo se mide la amistad?... Hay momentos en los que tenemos personas a nuestro alrededor y compartimos experiencias buenas y a veces malas. Pero ¿cuáles son los requisitos? Uno no tiene con qué basarse, como en una solicitud de empleo; en nuestra familia a pesar de compartir ADN y/o un apellido se les puede considerar amigo.
A lo mejor no siempre habrá una persona en la que se puede contar para todas las situaciones de nuestra vida. Es decir, si a mi me gusta cierto tipo de arte y hay otras personas que comparten ello, entonces pueden ser mis "amigos del arte". Pero si también me gusta ver películas de terror y a mis "amigos del arte" no, entonces me identificaré con otro grupo de amigos y ahora serán "los amigos cinéfilos".

La mayoría contamos con uno o algunos mejores amigos, eso es como un tesoro. Lo malo es cuando tenemos diferentes objetivos y quéhaceres, y en el día no nos podemos ver. Puede ser que esperemos al fin de semana para reunirnos al menos que se nos adelanten otro grupo de amigos en esos planes, ya sea un grupo de nosotros o un grupo de alguno de nuestros mejores amigos.

Cuando ya no coincidimos con la forma de pensar de algún grupo de amigos, nos alejamos de ellos o ellos de nosotros. Es muy difícil reponernos, en especial si nosotros creíamos que ellos serían para toda la vida. Puede que esta situación sea muy común porque es cuando cambiamos, tanto nosotros como cada miembro del grupo de amigos, en la manera de pensar.
Si somos personas que creemos en la otra vida, se nos abre un panorama al pensar que aquella persona que no está fisicamente sigue con nosotros de otra manera.

Lo mejor es ser seres sociables, abrirnos con las personas que lleguemos a conocer y así lograremos tener a alguien a nuestro alrededor con quien podremos contar.

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