miércoles, 5 de junio de 2013

Luces

Cuando una luz pierde su intensidad, cuando una vela tiene esa débil llama de fuego, nos preguntamos si se apagará o no.
Lo que se nos ocurre es cubrirlo con nuestras manos para que no pase el aire y termine con la pequeña llama, así, ante la adversidad ventosa, la llama queda intacta, o mejor, se agranda. 
Nosotros tenemos una llama dentro, y es conocida como "espíritu".
El espíritu está formado por nuestra esencia y nuestra alma. Es aquello que nos hace brillar ante los demás; no olvidemos que todos tenemos espíritu, de diferentes formas y colores. Cada quien lo va creando y moldeando.
Nuestra vida se va iluminando de muchas luces, unas más opacas que otras, la nuestra se va combinando con todas ellas. Cada uno de nosotros podemos apreciar la misma luz pero en diferentes ángulos, así que para unos esa luz es opaca y para otros no.
Hay luces en nuestro alrededor que nos hipnotizan con su luz y su calor, nos llaman a acercarnos más. No es malo mientras las cuidemos haciéndoles "cobachita" para que no se apague a consecuencia se vientos fuertes, y también intentando ponerles combustible para que crezca y sean resplandecientes.
Debemos estar cerca de estas lucecitas, observémoslas, querrámoslas y sobretodo acerquémonos a su calor.

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